
El Gobierno de Estados Unidos ha restablecido aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, sin excepciones ni cuotas. Esta medida se basa en los aranceles originales de la Sección 232, justificados inicialmente por razones de seguridad nacional, y podría tener un impacto significativo en el comercio global de estos metales.
Por el momento, el arancel del 25% no se aplicará a productos derivados ni a aquellos procesados a partir de acero fundido y vertido en Estados Unidos.
Las autoridades aduaneras aún no han establecido reglas específicas para su aplicación. Se prevé que esta disposición entre en vigor el próximo 12 de marzo.